Discuto a menudo conmigo mismo
sobre la poesía que quiero o debo hacer:
metapoesía, poesía de la experiencia o de la conciencia,
poesía social o revolucionaria, intimista o extrovertida,
desgarradora o liviana, sentimental o intelectual
o una mezcla de las dos.
Podría escribir poesía autobiográfica o inventada,
de amor o de humor, de vanguardia o de tradición.
Y ese diálogo me excita, y quizás haga un poco de todo ello
sin saberlo, porque, a fin de cuentas, escribo lo que aflora
de algún cajón intempestivo que no me deja dormir.
Siempre me soy sincero, aunque a veces soy ambiguo,
solo por gusto y no por decoro.
A veces mido, cuadro y estructuro, y las más,
me dejo llevar por el instinto.
A veces juego y me divierto, o me pongo muy serio
y estirado, grave y hasta subrayado.
Escribo lo que me gusta, lo que me preocupa o distrae,
y siempre hay alguna idea que me persigue,
como al barco las gaviotas,
hasta que arriba al puerto y lanzo mis palabras a la brisa,
como cenizas transparentes, como pedradas o rosas,
como espumas o cuchillos,
todo lo que viene después, ya no corre de mi cuenta.
Luis Corrales
del poemario "Sombras en el espejo", A.C. Letras Cascabeleras 2019
Rincón para el esparcimiento, la poesía y la egiptología serán los pilares de este blog, pero no los únicos. Aquí podrán participar todas las personas que lo deseen y que amen las lecturas entre líneas, quieran decir algo o exponer algún poema o narración, todo será bienvenido.
viernes, 4 de octubre de 2019
miércoles, 13 de marzo de 2019
EL ATURDIMIENTO
Al principio el gringo estaba tan aturdido
que no osaba sacar su libreta,
ni mucho menos escribir algo sobre ella.
Pero poco a poco fue ganando confianza
y haciéndose a la idea de que el avión
había ya aterrizado.
Los paisajes y las gentes que un día fueron un
espejismo,
ahora no cabía duda
de que todo aquello era real:
que el viento azotaba los cocoteros, era real,
que los mangos colgaban de los árboles
como bolas de navidad, era real,
que los escorpiones no eran fósiles, era real,
que el saguin saltaba intrépido
de rama en rama, era real,
que el agua es azul turquesa
y que los arrecifes de coral estaban al alcance de
la mano,
que las calles de arena no eran una invención
de la noche sin farolas,
que los mosquitos no son una broma
y que es cierto que nadie me entiende.
Al principio el gringo no quería escribir,
no tenía nada que escribir
y ahora que el pasaporte duerme en un rincón,
se le ha desatado la lengua y la pluma.
O ATORDOAMENTO
No início,
o gringo estava tão atordoado
que não se
atreveu a abrir sua livreta,
nem muito
menos a escrever algo sobre ela.
Mas aos
poucos ele ganhou confiança
e dando-se
conta de que o avião
já havia
pousado.
As
paisagens e as pessoas que um dia foram um
espejismo,
agora não cabia dúvida
de que todo aquilo era real:
que o
vento chicoteava os coqueiros, era real,
que as
mangas penduravan dos árvores
como
esferas de natal, era real,
que os
escorpiões não eram fósseis, era real,
que o
saguin saltava atrevido
de galho
em galho, era real,
que a água
é azul-turquesa
e que os
arrecifes de coral estavam ao alcance da mão,
que as
ruas de areia não eram uma invenção
da noite
sem iluminação,
que os
mosquitos não são uma piada
e que é
verdade que ninguém me entende.
No início,
o gringo não queria escrever,
não tinha
nada para escrever
e agora
que o passaporte dorme em um canto,
tem-lhe
desatado a língua e a caneta.
Luis Corrrales (del poemario bilingüe español-portugués "Un billete de ida y de vuelta")
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